Clausura de la Causa martirial de los S.d.D. Joaquín Ayala Astor y 86 compañeros mártires de la diócesis de Cuenca.
El pasado 4 de febrero en el Seminario Conciliar de San Julián el obispo de Cuenca, Mons. José María Yanguas, presidía la clausura de la fase diocesana de beatificación y Canonización de los Siervos de Dios Joaquín María Ayala Astor y 86 compañeros Sacerdotes diocesanos, religiosos y seglares. Estuvo acompañado por el Rvdo. D. Jorge López Teulón, postulador de la Causa Toletana de la provincia eclesiástica de la que Cuenca forma parte, el Promotor de Justicia, José Antonio Fernández Moreno y un nutrido grupo de sacerdotes, religiosas y familiares de los Siervos de Dios.
El 28 de octubre de 2007, entre otros 498 mártires fueron elevados a los altares en la Plaza de San Pedro Mons. Cruz Laplana Laguna, Obispo de Cuenca y su secretario D. Fernando Español, y con ellos varios agustinos del monasterio de Uclés y el párroco del pueblo, Mn. Vicente Toledano. En 2013 fueron también beatificados seis Redentoristas que en Cuenca entregaron su vida a Cristo.
La tradicional y cristiana Cuenca el 19 de julio
Cuenca en el primer tercio del siglo XX era tierra cristiana tradicional, pero tras años de demoledora acción del socialista Rodolfo Llopis, profesor de la Escuela Normal y su Agrupación masónica Aurora, extendieron la enseñanza laica, y en las elecciones de febrero de 1936, al haber ganado las derechas, las izquierdas lograron anular los resultados, y el 2 de mayo expulsar de su convento a los misioneros de San Vicente de Paul.
El 19 de julio hasta conocerse el triunfo del gobierno, la Guardia Civil se muestra indecisa, pero tras la llegada de columnas de milicianos de Madrid, los revolucionarios ocupan la Catedral y el Palacio Episcopal; detienen al Obispo Mons. Cruz Laplana y a su secretario D. Fernando Español, que son apresados en el Seminario con numerosos sacerdotes y religiosos.
Al recibir el 26 de julio órdenes de salir de Cuenca, un jefe de la Guardia Civil ofrece salvar al Obispo, si, con uniforme de la benemérita, se una a la expedición que va a marchar a Valverde del Camino, donde piensan pasarse a los nacionales. Mons. Cruz agradece la propuesta pero le dice que su puesto está en Cuenca con sus feligreses.
Desde la salida de la Guardia Civil el poder queda en manos de los revolucionarios. Son clausurados o destruidos la mayoría de los templos y conventos de Cuenca y pueblos de la provincia, y asesinados los primeros redentoristas y agustinos de Uclés.
Según el Canónigo D. Sebastián Cirac en su martirologio, fueron 1.114 las víctimas de la persecución religiosa en la diócesis de Cuenca.
Mons. Cruz Laplana es tachado por sus detractores de activista antirrepublicano, pero tal acusación fue desmentida por D. Antonio Torrero González, alcalde socialista de Cuenca en 1936, quien manifestaba: «No había nada contra D. Cruz Laplana como tal, ni contra D. Fernando Español; el meterse con ellos fue por ser obispo y por ser sacerdote. Yo, desde luego, puedo resaltar que el Sr. Obispo, en política, huía de toda ella. La impresión en que se le tenía en Cuenca era de buena persona, y no concitaba odio alguno».
El 7 de agosto un tribunal revolucionario condena a muerte al Obispo, que es sacado a las doce de la noche del Seminario y metido en un autobús. A su secretario Mn. Fernando Español que le acompaña, le dicen que no suba, que contra él no hay condena, pero éste replica: “donde va mi Obispo. Voy yo”, y tras 5 kms. de viaje llegan al Puente de la Sierra donde ambos beatos fueron asesinados.
Profanación y el saqueo del tesoro y las joyas de culto de la Catedral
El canónigo Sebastián Cirac en su Martirologio de Cuenca recuerda que el 28 de julio de 1936 fue saqueado el Palacio Episcopal en presencia del Sr. Obispo, el Beato Cruz Laplana y Laguna. El 29 y el 30, continuó el robo en Palacio y se consumó la profanación y el saqueo del tesoro y las joyas de culto de la Catedral, llevándose el pectoral de oro con piedras preciosas encerrado en su urna de plata de 1695.
Urna hoy desaparecida
Las reliquias de San Julián, segundo Obispo de Cuenca (+1208), fueron calcinadas en una hoguera. Terminada la guerra, se pudo rescatar de entre las cenizas unos pocos restos óseos humanos, apenas treinta y siete fragmentos En 1946 se encargó nueva arca de plata sufragada por suscripción popular, que actualmente está en el Altar del Trasparente de la Catedral. Tras concluyentes dictámenes, el Obispo decretó la autenticidad de los restos que actualmente se hallan en dicha urna.
Su sucesor el Obispo de Cuenca Mons. Inocencio Rodríguez, en el prólogo del martirologio diocesano del Dr. Sebastián Cirac escribe: “Nuestros mártires fueron los mejores, a quienes Dios prefirió en aquellos terribles tiempos de prueba para la Religión y para España, para que dieran testimonio de su fe en Cristo con la prenda generosa de sus vidas”.
Causa martirial del S.d.D. Joaquín Ayala Astor y 86 compañeros mártires de la diócesis de Cuenca
La Causa fue impulsada por el canónigo León Chicote, el P. Antonio Mª Doménech y la vicepostuladora Montserrat Álvarez
En 2019 fue nombrada vicepostuladora de la causa diocesana de Cuenca Montserrat Álvarez Cuesta, del Instituto secular Servi Trinitatis, continuadora de la labor del sacerdote diocesano P. Antonio Mª. Doménech Guillén, causa que ahora clausura la fase diocesana del proceso de beatificación y canonización de los siervos de Dios Joaquín María Ayala Astor y 86 compañeros sacerdotes diocesanos, religiosos y laicos.
La Causa incluye 55 sacerdotes, 29 seglares, 2 agustinos de la comunidad de Uclés y 1 seminarista.
Sacerdotes:
Alonso Alonso, Ramón
Alonso Fraile, Pablo
Aparicio Fernández, José
Argós Díaz, José
Ayala Astor, Joaquín María
Barquero Motilla, Joaquín
Bellón Parrilla, Juan Félix
Bellón Parrilla, Lucio
Buendía Moya, Cipriano
Cañete Giménez, Ángel
Chico Sáiz, Alejo
Cuenca Escribano, Felipe
Escudero Olarieta, Vicente
Fernández Ayllón, Matías
Galindo Muñoz, Pedro
García Martínez, Hilario
García Mena, Rufino
García Mochales Smith, José
García Pineda, Juan Francisco
Guijarro Delicado, Cayo
Herráinz y Rodríguez Monge, Hidalgo
Hidalgo,Pedro Manuel
Huerta Bono, Félix
Iborra Picazo, Nemesio
Iniesta Redondo, Gabriel
Junquero Salvador, Aneto
Langa Bustos, Dionisio
Langa Bustos, Manuel
Laplana Torres, Manuel
Martínez De Toro, Eloy
Martínez González, Ovidio
Martínez Martínez, Juan Bautista
Martínez Soriano López-Girón, Juan Benito
Merino Pérez, José
Navarro Martínez, Manuel
Navarro Zapata, Agustín
Olmo Fernández, Gerardo del
Palacios López, Wenceslao
Pastor De La Cruz, Fernando
Pastor De La Cruz, Graciano
Peláez Plaza, Rafael
Pérez Del Cerro, Fernando
Pérez Galindo, Santiago
Perpiñán Romero, Francisco
Puerta Saiz, Adolfo
Recuenco Encina, Claudio
Rubio García, Laureano
Sáez Ferrer, Cesáreo
Sáiz Rabadán, Eduardo
Sánchez Carrillo, Juan
Sepúlveda Lozano, Celio
Sevilla Ladrón de Guevara, Vicente
Torres Briones, Jesús María de
Valencia Martínez, Jesús
Vicente Vélez, Petronilo
Religiosos:
Hera Cabeza, Fray Mateo de la
Martínez Ortiz, Fray Felipe
Seglares:
Belinchón González De Mendoza, Cruz
Belinchón González De Mendoza, José
Belinchón González De Mendoza, Saúl
Benítez Sainz, Enrique
Cañas Frías, Antonio
Cañas Frías, Jesús Daniel
Chavarri Peñalver, Severo
García-Cuenca Parra, Eusebio
García-Cuenca Parra, Sabino
Martínez Recuenco, Cesáreo
Martino Martino, Eusebio
Montoya Martínez Herrera, Julián
Morales Del Valle, Luis
Moya Honduvilla, Soledad
Muñoz Girón, Fernando
Muñoz Parra, Faustino
Navarro Moya, Francisco
Olarrieta Crespo, Germán
Ortega Montalbán, José María
Parra Belinchón, Raimunda
Pastor Sevilla, Miguel
Pérez Grueso, Toribio
Rubio Belinchón, Francisco Javier
Ruiz Serrano, Constantino
Saiz Blázquez, Julián
Silva y Soria, Milagros de
Silva y Soria, Rosa
Torres Martínez, Juan
Vellisca Ruiz, Juan José