“Fueron hallados dignos de sufrir persecución por Jesucristo y mezclar su sangre con la Sangre del Cordero Inmaculado” ORACIÓN FUNEBRE SOBRE EL OBISPO MANUEL IRURITA.
Pronunciada el 3 de diciembre de 1996 en el sexagésimo aniversario de su inmolación por el fundador de Hispania Martyr Mn. Salvador Nonell (E.P.D.).
“Hoy, festividad de San Francisco Javier, preclaro hijo de Navarra, gran apóstol y misionero incansable para extender por doquier el Reino de Dios, nos hemos reunido en esta Misa de aniversario, para recordar e invocar particularmente a otro hijo preclaro de Navarra, también gran apóstol y misionero incansable entre nosotros, al que fue durante seis años inolvidable Obispo de Barcelona, Dr. Manuel Irurita Almándoz, del que hoy conmemoramos el 60 aniversario de su inmolación martirial en aquella gran persecución de los años 1936 a 1939.”
Un día, cuando llegue la hora de Dios, -que llegará sin duda- el Magisterio oficial de la Iglesia Católica, fallará solemnemente el pleito establecido desde el principio de aquella gran persecución, entre los amigos y los enemigos de nuestros mártires.
Porque como siempre ha sucedido, pero principalmente en aquella nuestra persecución, sus verdugos con sus colaboradores y simpatizantes, no tuvieron bastante con inmolar a sus víctimas, sino que para justificarse, procuraron primeramente calumniarles, atribuyendo a otras causas su inmolación. Y después, a medida que iba secándose su sangre y borrándose su recuerdo, hacerlos olvidar con una conspiración de silencio, para al llegar nuestros días, hacer una falsificación total de la historia, afirmando que los verdugos fueron los mártires, y los mártires los verdugos.
Pero mientras no llega la solución del citado pleito, recordemos que los dos Vicarios de Cristo que vivieron aquella gran persecución - Pio XI y Pio XII – ya anticiparon su veredicto personal. Así, Pio XI afirmó el 14 de septiembre de 1936 en la alocución a los prófugos españoles en Castellgandolfo: “¡Son verdaderos mártires en todo el sagrado y glorioso significado de la palabra!” y mandó colocar en la “Capilla Matilde” del Vaticano, donde se guardan sólo reliquias de insignes mártires, a falta de otra, un pectoral del Dr. Irurita.
Y el Papa Pio XII, en el Mensaje al Pueblo Español de 16 de abril de 1939 nos dijo: “Nos, con piadoso impulso, inclinamos nuestra frente a la memoria de los obispos (13), sacerdotes y religiosos de ambos sexos (7.000) y fieles seglares de toda edad y condición, que en número tan elevado (que sólo Dios conoce el Cielo), han sellado con su sangre su fe en Jesucristo y su amor a la Religión Católica. ¡No hay otra prueba de mayor amor a Dios!”
El que fue canónigo de esta Catedral barcelonesa y catedrático del Seminario Conciliar Dr. Ramón Cunill resume la belleza del pontificado del Dr. Irurita con estas palabras:
“La revolución demoniaca descubre por instinto a sus enemigos, y se ha lanzado sobre el gran pontífice que fue el Dr. Irurita como sobre su víctima predilecta. Desde aquellos que no entendieron la austeridad de su lenguaje y lo tildaron de hombre inculto, hasta aquellos que desde el propio campo católico, no quisieron escucharle y le arañaron con sus murmuraciones. Porque él, recto y perspicaz, no toleró nunca que el caudal religioso del pueblo cristiano, fuese impelido hacia el molino de la política secesionista. Y finalmente aquellos que le causaron su encarcelamiento y su muerte. Todos ellos nutrieron en el piados prelado, sin saberlo, una ferviente vocación hacia el martirio. Él, que adivinó el final que le esperaba, no quiso marchar, y quedó voluntariamente hasta el fin, en su propio redil.”
El Viernes Santo de 1982 en el Coliseo de Roma Papa Juan Pablo II, pocos días después de haber advertido a obispos españoles: “Tienen que hacerse los trabajos oportunos para lograr la glorificación de los mártires españoles de la persecución de 1936 a 1939”, dijo: “La historia de la Iglesia Católica sólo ha permitido elevar al honor de los altares a una parte de sus mártires, que han sido testigos de Jesucristo mediante la Cruz. Basta pensar en nuestros mártires modernos”, advirtiendo que no debíamos dejarnos engañar por falsas excusas o pretextos políticos respecto a sus martirios. Así “a los mártires de las persecuciones romanas también se les atribuyeron un pretexto político, el de negare a dar culto al Emperador, y sin embargo nuestros altares están llenos de reliquias e imágenes de estos auténticos mártires. Incluso Cristo fue acusado y condenado por la acusación política de proclamarse Rey.”
El Papa Juan Pablo que sabía muy bien que en muchos lugares, principalmente en España, son muy pocos los que se dedican a recoger datos respecto a su martirio, y son más los que se afanan en poner obstáculos para que sus procesos, ni se inicien, y si iniciados no avancen, a mientras se empeñan en promover glorificaciones laicas de los verdugos en forma de homenajes, monumentos, nombres en las calles y plazas, u ofrendas florales en sus tumbas y premios literarios.
El 12 de febrero de 1959, fiesta de Santa Eulalia, el Obispo Dr. Gregorio Modrego mandó iniciar el proceso de beatificación del santo Obispo mártir Dr. Irurita. Se nombró el tribunal, empezaron los trabajos, pero cinco años después, en 1964 llegó la suspensión por el Papa Paulo VI de los procesos de los mártires españoles, hasta que 18 años después, en 1982, su sucesor, Juan Pablo II levantó la suspensión, y desde entonces ha beatificado a más de 250 mártires españoles (hoy casi 2.000).
En vista de ello, el 11 de noviembre de 1995, el Cardenal Arzobispo de Barcelona Mons. Ricardo Mª Carles ordenó reabrir el proceso del Dr. Irurita, nombrando tribunal, y Vice Postulador dela Causa al canónigo emérito Dr. Muñoz Alarcón. Desde entonces el proceso avanza con lentitud pero sin pausa, pese a las dificultades que le interfieren.
Pero ¡Sursum corda! ¡Arriba los corazones! El pesimismo es un insulto a Dios. Procuremos la glorificación de nuestros mártires, en especial la de nuestro inolvidable obispo Dr. Irurita, cuyos restos se trasladaron a esta Capilla el 10 de diciembre de 1943, y ante los cuales en el púlpito de la Catedral el Obispo Dr. Modrego le dirigió estas palabras: “¡Santo Obispo mártir que perdonasteis y bendijisteis a los que te fusilaban, bendice desde el Cielo a esta tu Diócesis, a Cataluña y a España!” Amén. (Mosén Salvador Nonell Bru (E.P.D.), fundador de Hispania Martyr. Homilía pronunciada ante el sepulcro de Mos. Irurita el 3 de diciembre de 1996, 60º aniversario de su inmolación.)
NOVENA A LA SANTISIMA TRINIDAD PARA PEDIR LA BEATIFICACION DEL MARTIR DE CRISTO DR. DON MANUEL IRURITA OBISPO DE BARCELONA
“Este santo combatió hasta la muerte por la ley de Dios y no tuvo miedo de las palabras de los impíos”
(Del Breviario Romano. Común de Mártires.) Estampa editada por “La Hormiga de Oro” en 1945.
Lunes 3 de diciembre de 2018 a las 12 h. en la Catedral de Barcelona
Santa Misa en el 82º aniversario de la muerte martirial del S.d.D. Mons. Manuel Irurita Almandoz, y 75º aniversario del traslado de sus restos mortales a la Capilla del Cristo de Lepanto e inauguración de su estatua