Beato José María López Carrillo
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BEATO JOSÉ MARÍA LÓPEZ CARRILLO , O.P.
Quiso ser Mártir en China, pero fue martirizado en Madrid
José María López Carrillo nació en Alcalá la Real (Jaén) en 1892. Murió su madre, y el joven José María quedó a cargo de su tío, Capellán de las Trinitarias, y de una tía seglar dominica, quienes velaron por la educación cristiana de su sobrino.
Las monjas dominicas del Llanillo le daban a leer la vida y martirio de los dominicos en China, lo que le despertó vocación de ir misionero “a sitios de misión para morir allí mártir por amor de Jesucristo”. Palabras de adolescente que intuían un glorioso destino, en circunstancias entonces inimaginables.
José María a los quince años dejaba Alcalá la Real para ingresar en la Escuela Apostólica del convento de Ocaña, donde la provincia dominica de Ntra. Sra. del Rosario, tenía el centro de formación de vocaciones para sus misiones en Extremo Oriente.
Pasó a Ávila a cursar Teología y Filosofía en el convento de Santo Tomás.
En su camino hacia las misiones pasaría por el convento de Rosaryville, en Nueva Orleáns (EE.UU.), y finalmente por Manila, en las Filipinas, donde fue ordenado en 1919.
Convento dominico de Rosaryville, en Nueva Orleans
Fue destinado a la provincia china de Fukien, sita en la costa oriental, frente a la isla de Formosa. La situación interna china no era la más propicia para evangelizar. Ante la presencia de fuerzas extranjeras, en los años veinte se gestaba un fuerte movimiento nacionalista y de expansión del Partido Comunista Chino, que expulsaría a las misiones del país tras la revolución de 1948. Entre la población rural era habitual la práctica del aborto y del infanticidio femenino.
En este difícil contexto misionó fray José María entre los años 1919 y 1935 en las ciudades de Pingtakieh y de Hai San. En especial veló por las niñas acogidas en las Santas Infancias, instituciones dominicas que imitaban las viejas Casas Cuna españolas, que se encontraban desbordadas por la cantidad de recién nacidas que hallaban abandonadas. En Hay San logró erigir una iglesia que sería luego abolida con la revolución.
Su salud no soportó las exigencias de la misión, y una hernia discal le dejó postrado en cama. Ante la falta de medios en China, los superiores decidieron su retorno a España en 1935 para que pudiera rehabilitar la espalda. Pese al retorno nunca dejó de considerarse un misionero, y su intención era la de volver a China en cuanto la salud se lo permitiese.
Mártires dominicos en China
En el año de vida que le quedaba permaneció en Alcalá la Real dirigiendo y confesando a sus queridas monjas trinitarias y dominicas.
Había pasado los últimos veinte años fuera de España, y su patria había cambiado mucho en dos décadas. El anticlericalismo preparaba la mayor persecución religiosa habida en el siglo XX.
La persecución religiosa le alcanza en su patria
El 18 de julio de 1936 el Padre José María se encontraba casualmente en Madrid, en el convento dominico del Rosario. Al ser éste asaltado, logró escapar junto con el también misionero Padre Pedro Ibáñez, saltando la tapia trasera. El Padre Ibáñez buscó asilo en la pensión Torío de la calle del Carmen, regentada por su paisano Juan Torío, buen católico, que en su pensión albergaba ya a cinco agustinos de El Escorial y a dos escolapios. Les advirtió de la peligrosidad de permanecer allí: ya que “esta pensión está fichada por los rojos y es frecuentemente registrada, por lo que no tenemos aquí mucha mayor garantía que en una iglesia”, pero los nueve religiosos no tenían otro lugar al que ir y decidieron permanecer ocultos en la pensión.
Tras sofocar el alzamiento militar se constituyeron inmediatamente en Madrid distintas checas y comités de investigación, dependientes de los diferentes partidos y sindicatos del Frente Popular.
Checa de Fomento o Bellas Artes. Madrid.
De la checa de Fomento, la principal de Madrid, partió un destacamento de milicianos hacia la pensión en la tarde del 26 de agosto. Juan Torío junto con los nueve sacerdotes fue detenido y llevados todos a la checa de Fomento en la calle Alcalá nº 40.
Juan pudo volver a casa, y de los nueve religiosos tan sólo se salvó de la muerte el escolapio Gerardo Guadalupe, cuyo testimonio, recogido en la Causa, permite reconstruir los últimos momentos de José María López y Pedro Ibáñez.
Tras prestar declaración, los milicianos condujeron a los nueve religiosos a los calabozos. Frente a la puerta de la celda un joven miliciano encaró a José María. - ¿Tu afiliación? - Soy misionero en China. - ¿Y qué hacías allí? - Educar a los chinos. - ¿Vosotros educar? Lo que estáis haciendo es embrutecerles. El miliciano introdujo al dominico de un empellón en la celda.
Al poco se decidía la muerte para los ocho religiosos y la libertad para el Padre Gerardo, pues uno de los dirigentes había sido alumno suyo. Los condenados fueron trasladados ya de noche en una camioneta a las afueras de Madrid para consumar el martirio. En las primeras horas del 27 de agosto de 1936, el Padre José María moría asesinado con sus compañeros. Una sola y certera bala atravesó su frente.
Convento de Santo Tomás en Ávila
En el informe que la checa envió a la Dirección General de Seguridad consta que el lugar de la ejecución fue el barrio de la China, en el distrito de Vallecas, junto al rio Manzanares. Al día siguiente su cadáver era enterrado en el Cementerio de la Almudena. En 1960 fue exhumado y trasladado a la capilla del panteón del convento dominico de Santo Tomás de Ávila. El día de su muerte y en el otro extremo del mundo, una catequista y una de las niñas de la Santa Infancia aseguraron ver al Padre José María vestido con el hábito dominico. Había cumplido su sueño de volver a China.
B E AT O PE D RO IB ÁÑE Z AL O N SO , O . P.
Nacido en Fuentes de Nava (Palencia) en1892, profesó en la Orden Dominicana en Ocaña a sus 17 años; estudió Teología en Ávila y Rosaryville, Nueva Orleáns (EE.UU.), y concluyó sus estudios en Manila, donde se ordenó sacerdote en 1917. Fue mi- sionero en China por cinco años, en las prefecturas de Hing- Hoa y Kamna, y en 1922 lo enviaron a Filipinas.
Trabajó durante dieciocho años, en la iglesia de Santo Domingo de Manila (1922- 1924), y enseñó en el colegio seminario de San Jacinto, de Tuguegarao (Norte de Luzón). En 1934, volvió a España y continuó dedicado a la enseñanza en el colegio de Santa María de Nieva (Segovia)
Monumento a los Mártires Dominicos de Nª Señora del Rosario,
frente a la capilla de la Universidad de Santo Tomás de Manila
Se hallaba el P.Pedro Ibáñez accidentalmente en Madrid cuando le sorprendió la persecución de julio de 1936. Tras el asalto al convento del Rosario, buscó refugio con el P. José María López Carrillo en la pensión "Torio". Arrestados el 26 de agosto, Con el P. López Carrillo fue a parar a la checa de Fomento. Al P. Ibáñez le oyeron confesar: “Soy católico, apostólico, romano y dominico, y con la gracia de Dios lo seré hasta la muerte.” - Bien, le respondieron, no te preocupes, será muy pronto.” Aquella noche del 27 de agosto lo fusilaban en el Barrio de la China de Madrid. Ambos mártires fueron beatificados en Roma el 28 de octubre de 2007.
Los 92 Beatos dominicos de la Persecución religiosa en España 1936-1939
Noventa y dos mártires dominicos de la persecución religiosa de 1936 en España han sido ya beatificados: 18 religiosos en 2001, y 74 miembros de la Familia Dominicana en 2007. Este último proceso de beatificación se ha for-
mado con 4 causas: Madrid (38 mártires), Santander (14 mártires) Barcelona (12 mártires) y Oviedo (10 mártires).
La causa de Madrid de la que forman parte los Beatos José María López Carrillo y Pedro Ibáñez Alonso, está encabezada por Buenaventura García de Paredes, O.P., Maestro de la Orden entre los años 1926-1929, y la integran los dominicos:
Buenaventura García Paredes, O.P.
- Alfredo Fanjul Acebal, O.P.
- Félix Alonso Muñiz, O.P.
- Juan Mendibelzúa Ocerin, O.P.
- José Gafo Muñiz, O.P.
- José López Tascón, O.P.
- Reginaldo Hernández Ramírez, O.P.
- Vicente Álvarez Cienfuegos, O.P.
- Vicente Peña Ruiz, O.P.
- Vicente Rodríguez Fernández, O.P.
- Vidal Luis Gómara, O.P.
- Antonio Varona Ortega, O.P.
- Amado Cubeñas Diego-Madrazo, O.P.
- Cipriano Alguacil Torredenaida, O.P.
- Eduardo González Santo Domingo, O.P.
- Manuel Moreno Martínez, .P.
- Higinio Roldán Iriberri, O.P.
- Inocencio García Díez, O.P.
- Juan Crespo Calleja, O.P.
- Juan Herrero Arroyo, O.P.
- José Luis Palacio Muñiz, O.P.
- José Santonja Pinsach, O.P.
- Leoncio Arce Urrutia, O.P.
- Maximino Fernández Marínas
- Teófilo Montes Calvo, O.P.
- Víctor García Ceballos, O.P.
- Jesús Villaverde Andrés, O.P.
- Isabelino Carmona Fernández, O.P.
- Jacinto García Riesco, O.P.
- Luis Furones Furones (Arenas), O.P.
- Manuel Álvarez Álvarez, O.P.
- José María López Carrillo, O.P.
- Nicasio Romo Rubio, O.P.
- Pedro Ibáñez Alonso, O.P.
- Manuel Santiago Santiago, O.P.
- José Delgado Pérez, O.P.
- Francisco Fernández Escosura, O.P.
- José Prieto Fuentes, O.P.