Últimos mártires claretianos de Barbastro
18 de agosto de 1936
Últimos martirios claretianos en Barbastro
Joaquín Muñoz, fueron llevados al hospital.
En la fiesta de la Asunción de la Virgen María habían sido asesinados 26 estudiantes claretianos. Tres días después, el 18 de agosto, otros dos seminaristas, Jaime Falgarona y Atanasio Vidaurreta, completaban la corona gloriosa de cincuenta y un mártires misioneros claretianos de Barbastro. En la tarde de su detención, el 20 de julio, estaban enfermos, y junto con el Hermano
Pronto se pusieron bien, pero los médicos, que sabían estaban condenados, alargaron su permanencia lo que pudieron, hasta que el 15 de agosto, por la tarde, tuvieron que darles de alta, y sus guardianes los llevaron a la cárcel. El anciano Hermano Muñoz se pasaba el día rezando rosarios, pues se había propuesto rezar una parte por cada hora de cautiverio.
El terror imperaba en la cárcel por las noches. Los bocinazos del camión de la muerte a su llegada a la plaza; los ruidos de los cerrojos de las puertas vecinas; la lectura de las listas; la saca de los llamados…
Al amanecer del día 18, se abrió la puerta de su celda y les despertó la voz del carcelero que tras los nombres de los sacerdotes Miguel Charles y los hermanos López, leyó el de los tres misioneros. Al Hermano Muñoz tuvieron que bajarlo entre dos. Al verlo tan achacoso y herniado, los milicianos se dijeron en voz alta: -¿Qué vamos a hacer con este viejo trasto inútil?, y lo apartaron, volviéndole a subir a la celda. Él contó la vida en prisión.
Los estudiantes Jaime Falgarona y Anastasio Vidaurreta rindieron sus vidas bajo los faros cegadores del camión, en el mismo lugar que sus hermanos, en la carretera hacia Sariñena y Berbegal. Antonio Pueyo lo confirmó, porque se lo dijo Florencio
Salamero, el hijo de la muda, del Comité Antifascista de Barbastro. El testigo ocular de las matanzas, Francisco Santaliestra, da un detalle espeluznante: «Un día, fusilaron a tres y estuvieron los cadáveres hasta las ocho de la mañana. Quedó un rastro grande de sangre, tan grande que hicieron venir a uno para que picase la tierra». «La cruz que han levantado luego -el monumento a los mártires- está, exactamente, en el sitio en que estuvo la sangre».
Con sus otros 49 compañeros, serían beatificados por el Papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992.
La prensa internacional se hizo eco rápidamente de la masacre, en la imagen el periódico vaticano L’Osservatore Romano del 29 de Agosto de 1936.
MUSEO DE LOS MÁRTIRES CLARETIANOS
En Barbastro se ha creado un museo dedicado a los Mártires Misioneros, donde se encuentran los restos y recuerdos de los 51 claretianos asesinados. Es especialmente impresionante la cripta con los restos óseos donde se pueden apreciar los agujeros de balas en los cráneos.
Cripta con los restos de los Misioneros
Se puede visitar el museo de martes a domingo (cerrado los Lunes) con horario de 10 a 13 por las mañanas y de 16 a 20 por las tardes. Su dirección es c/. Conde, 4 22300 Barbastro y el Tlf. 974-311146.