Martirio de Juan Huguet
75 años después de su muerte, el proceso de beatificación de J oan Huguet quema etapas: sólo falta el voto de los cardenales
Viernes, 22 de Julio de 2011 22:37
Fotografía de Joan Huguet el día de su primera misa, el 21 de junio de 1936.
“Estáis destinados a la muerte y al sacrificio”. Las palabras del obispo Irurita, pronunciadas el 6 de junio de 1936, tuvieron un exacto cumplimiento en su propia persona y en la del joven menorquín Joan Huguet Cardona (1913- 1936), que fue ordenado aquel día presbítero en la capilla del Seminario de Barcelona, junto a otros compañeros que correrían su misma suerte. Este sábado se cumplen 75 años de su asesinato.
Joan Huguet celebró su primera misa el 21 de junio en Ferreries. El suyo sería un ministerio sacerdotal corto. Cortísimo. El 23 de julio, hace exactamente tres cuartos de siglo, Joan Huguet moriría asesinado por el brigadier Pedro Marqués, a quien los remordimientos por aquel suceso acompañarían hasta su muerte en 1939, condenado a pena capital. El episodio, no por muy conocido, resulta menos estremecedor.
Tras proceder a su detención y a la de otras personas, el miliciano le conminó a escupir sobre crucifijo: “O escupes o te mato”. Tras mover la cabeza en señal de negación, el religioso alzó los ojos al cielo, extendió los brazos en cruz y exclamó: “¡Viva Cristo Rey!”. Marqués descargó dos disparos sobre su cabeza. El primero le hizo tambalearse; el segundo, le tiró al suelo. Murió al cabo de una hora, siendo atendido por sus padres y otras personas.
El testimonio del joven mártir causó una honda impresión en la isla. En 1953, la Iglesia de Menorca impulsó el proceso de beatificación del religioso. Pero el Papa Pablo VI creyó oportuno echar el freno a los procesos de beatificación de los mártires españoles y la causa quedó parada. Nada más se supo del caso hasta que en 1998 el sacerdote Guillermo Pons decidió reabrir el proceso. Trece años después, Juan Huguet Cardona está más cerca de subir a los altares.
Según Pons, doctor en Historia de la Iglesia por la Universidad Gregoriana de Roma y vicepostulador de la causa, el proceso de beatificación del mártir se encuentra, prácticamente, en su penúltima fase. El pasado mes de abril tuvo lugar la reunión de teólogos y los votos fueron favorables a la beatificación. Falta aún una estación: la reunión de cardenales, para la que aún no hay fecha en el calendario. Entonces, la causa estará lista para ser presentada ante el Papa, Benedicto XVI.
Joan Huguet murió sólo por ser sacerdote. Un crimen demasiado horrible para una España invadida por el odio y el salvajismo que se llevó por de- lante la joven vida de un mártir de la fe.