MOSEN JOSEP PUIG Y MOLINÉ, PÁRROCO DE SANTA MARIA DE SANTS
15 de septiembre 1936
“Soy vuestro párroco; quiero que me llevéis a la Plaza de la Iglesia, y que me matéis allí.”
Parroquia de Santa María en Junio 1936 Ruinas de la parroquia en agosto de 1936
“Sancta María de Sanctis”
El pueblo de Sants estaba fuera de las murallas de Barcelona, rodeado de huertas y viñedos. En 1827 se renovó su venerable iglesia románica y se construyó una nueva parroquia que diera cabida al aumento de población.
Al derribarse las murallas a mediados del siglo XIX y extenderse la ciudad, a la sombra de la parroquia y de su campanario, sus terrenos aledaños fueron ocupados por las nuevas fábricas que con sus máquinas de vapor atraían a los antiguos payeses y a las jóvenes muchachas de las masías, asegurándoles un jornal.
La primera fábrica que se instaló fue el “Vapor vell” de los Güell en 1844, y luego otras como “La España Industrial” de los Muntada, conocida como el “Vapor nou”.
La iglesia era el centro de reunión de la población, y su campanario el faro que iluminaba todo su término con la luz de la caridad cristiana, y concitaba la paz en las tensiones sociales.
El campanario era una torre prismática de base octogonal coronado por una batería de campanas, que se hacía audible desde toda la plana del Llobregat hasta Barcelona. Se elevaba sobre las humildes casas del pueblo y era perceptible desde sus calles, sus fábricas y talleres, sus tiendas y sus azoteas. Era el edificio más alto de todos, como correspondía a su mensaje de que por encima de todo estaba Dios. Los vecinos tradicionales de Sans eran firmes católicos, que no se arredraban ante las amenazas de los libertarios, y estaban siempre prontos y dispuestos a defender su parroquia, aun al precio de sus vidas.
En la Semana Trágica de 1909 la iglesia de Sants fue uno de las pocos templos de barriada obrera que no lograron incendiar los revoltosos, al ser contenidos por la valentía de sus voluntarios feligreses, que se les enfrentaron y lo defendieron a lo largo de los cuatro días del motín.
Mosén Josep Puig Moliner, que llevaba 20 años en la parroquia, ya tenía experiencia en enfrentarse con incendiarios. En 1909, durante la Semana Trágica, era regente de la parroquia de de San Cristóbal de Premià, ante la que llegó un grupo de revolucionarios, instigados por Francisco Ferrer Guardia, vecino del cercano pueblo de Alella, a quemar la iglesia. Mosén Puig les salió al encuentro y les dijo: “Me parece muy bien vuestra protesta contra la decisión del Gobierno de enviar a Melilla reservistas catalanes casados, pero lo que no me cabe en la cabeza es que para oponeros al Gobierno tengáis que quemar las iglesias.” Se retiraron avergonzados.
35 años después, cuando la rebelión de la Generalitat de Cataluña de la noche del 6 de octubre de 1934, los hijos de los valientes feligreses de 1909, defendieron el templo parroquial desde el campanario, rechazando los asaltos de los grupos de incendiarios que pretendían que ardiera.
Al cabo de año y medio, tras el triunfo del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, en la madrugada del día 20 los revolucionarios intentaban por tercera vez incendiar la iglesia parroquial de Santa María de Sants, pero una vez más, los vecinos católicos del barrio les contuvieron a raya, desde el campanario, sin permitirles acercarse a las puertas a las que ya habían prendido fuego.
Al salir sus defensores al día siguiente, por orden de la Generalitat fueron detenidos por los Guardias de Asalto y llevados a la comisaría. Al enterarse el venerable párroco Mosén José Puig Moliner de 72 años, fue a visitar a sus valerosos feligreses por si necesitaban algo, pero al verle llegar, los policías lo ingresaron también a él.
Al ser interrogado sobre porqué habían defendido la parroquia frente a los que pretendían incendiarla, respondió que le sorprendía no ver detenido a ninguno de los asaltantes, y sí a sus defensores, y que no comprendía cómo se podía encarcelar a quienes defendían una propiedad privada frente a sus ilegítimos agresores que pretendía destruirla. Hubo gran revuelo en Sants y tuvieron que liberarles.
L´Esquella de la Torratxa”, semanario satírico anticlerical, en la portada del nº 2956, del siguiente viernes 28 de febrero de 1936, aparece una viñeta de Tisner, de la la iglesia de Santa María dels Sants ardiendo, y a cuya puerta un feligrés le pregunta al párroco. - ¿Llamamos a los bomberos? A lo que éste responde: - No espera a que se queme del todo.
En el mismo número, insinuando que el incendio lo habían provocado los curas, en otra viñeta dos sacerdotes comentaban: -¿Y si hacemos un par de iglesias a la brasa para comenzar la campaña?
Tras los tres intentos fallidos de julio de 1909, del 6 de octubre de 1934 y del 20 de febrero de 1936, llegó el domingo 19 de julio. Las puertas de la parroquia, que habían sido reforzadas, estaban cerradas, y sus precavidos valientes vecinos aprestados a defenderla desde el campanario. Las turbas vociferaban amenazadoras, pero no se atrevían a acercarse. Toda la tarde y noche del domingo duró el asedio hasta que a la mañanita de lunes día 20 las turbas apostaron frente a la rectoría una pieza de artillería tomada a la guarnición de Barcelona, con la que abrieron brecha. Ante la avalancha que se introducía por ella, los defensores se deslizaron por las casas vecinas.
Casa parroquial de Mosen Puig en junio 1936
Mosén Puig, que estaba en su casa rectoral, quiso quedarse, dispuesto a morir en su puesto, pero se lo llevaron con ellos sus parroquianos cuando ya entraba en el templo la turba revolucionaria, que derribó las imágenes, amontonó los bancos y confesonarios y les prendió fuego. Luego hicieron otro tanto con las casas de los más conocidos católicos, Can Santomá y Can Catá.
Se escribió en la prensa revolucionaria que: “desde lo alto del campanario, el rector (con sus 72 años) se defendía ejerciendo de francotirador contra los milicianos que por aquellos convulsos días de verano corrían por la plaza”.
Comité del Foment de Sans de donde sacaron a Mosén Puig hacia Montcada
Comenzó la cacería de católicos. Al huir de su casa rectoral, Mosen Puig se escondió en distintos domicilios hasta que fue denunciado y apresado. Le llevaron al Comité del Fomento de Sans en la calle Cros. Allí pudieron verle preso varios amigos, a los que les dijo: “Ya tengo pensado lo que les voy a decir a los que van a venir a matarme. Les diré que soy su párroco; que me lleven a la Plaza de la Iglesia de Santa María, y que me maten allí.”
No aceptaron su propuesta, y aquella noche del 15 de septiembre de 1936 el venerable párroco de Santa María, a sus 72 años, era llevado a las tapias del cementerio de Montcada y asesinado allí.
Las llamas destruyeron sólo el interior del templo, pero sus muros y su campanario permanecían en pie, por lo que el Ayuntamiento tomó acuerdo de presupuestar unos cientos de miles de pesetas para su derroque y derribo.
En los años 40 sería reconstruido.
El domingo 7 de mayo de 1939, la página 7 del periódico "La Vanguardia", traía la siguiente esquela:
DON JOSÉ PUIG y MOLINÉ Cura Párroco de Santa María de Sans de Barcelona, desaparecido el 15 de septiembre de 1936 en manos de las patrullas de, la F.A.I., a la edad de 72 años ( E. P. D )
Sus apenados; hermanos Juan y Mercedes, hermanas políticas María Boladeras, Vda. de Puig, y María Sábat, sobrinos, primos y demás familia invitan a sus amigos y feligreses al solemne funeral que se celebrará el próximo lunes, día 8 de mayo, a las diez, en la parroquia de Santa María de Sans de esta, ciudad (Olzinellas 3), y a los píos sufragios que, el mismo día y hora, se celebrarán en la parroquia de San Vicente, de Castellbisbal, por cuya asistencia les quedarán sumamente agradecidos,
El Excmo. Señor Obispo de Cartagena, Administrador Apostólico de la Diócesis, y el Excmo. Señor Obispo de Gerona se han dignado conceder indulgencias en la forma acostumbrada
Sus restos, exhumados del cemneterio de Montcada, están sepultados en la Capilla del Santísimo de su querida Parroquia de Santa María de Sants, a la espera de su resurección. El juvenil grupo de entusiastas montañeros de la Parroquia lleva el nombre de “Agrupament Escolta i Guia Mossèn Puig i Moliné”.