Presentación del libro Girona sota el Consell Municipal Revolucionari
El gerundense Doctor Ingeniero Don Pedro Sureda Canals, publicó hace tres años “Girona sota els comités. Homenatge a Girona. (“Gerona bajo los Comités. Homenaje a Gerona”), imprescindible libro para quienes quieran conocer la sobrecogedora realidad del día a día en el trascurrir de los tres primeros meses de revolución y terror del verano de 1936 en la provincia de Gerona, con el reguero de asesinatos de gerundenses marcados como «enemigos» o «fascistas», por ser clérigos, propietarios, empresarios, votantes de derechas o creyentes, entre ellos el padre del autor.
En el primer libro quedaba demostrada con rigor histórico y documentación abrumadora, la falacia impuesta hasta hoy por los seguidores de una tergiversada y maniquea Memoria Histórica, de que aquel terror y aquellos asesinatos fueron obra de “incontrolados”, que el gobierno de la Generalitat rechazaba, pero que no pudo evitar. Frente a esta atenuante tesis, el libro nos recuerda algo que se suele olvidar: que había sido el propio presidente Companys quien el 21 de julio de 1936 había decretado la formación del Comitè Central de Milícias Antifascistas y un comité local en cada población, otorgándoles oficialmente la condición de agentes “controladores” del orden público mediante las “Patrullas de Control” y las “Milicias locales”. Ante ello cabe preguntarse algo tan obvio: ¿cómo iban a ser incontrolados los propios controladores?
En este segundo libro D. Pedro Sureda desmonta otra ficción, también divulgado en su día, y perpetuada hasta hoy:. La de que el gobierno de la Generalitat, en un primer momento desbordado por el poder revolucionario anarquista, en cuanto pudo, disolvió los temidos Comités Antifascistas, y recuperó el control del orden público perdido tres meses antes, garantizando la legalidad republicana.
Describe el autor como el 9 de octubre de 1936, el primer Consejero de la Generalitat de Catalunya Josep Tarradellas decretaba la disolución de los Comités creados por decreto del Presidente Companys el 21 de julio, y como, en su virtud, el Comité Ejecutivo Antifascista de Gerona acordaba su disolución.
Pero lo que no se suele añadir, y el libro prueba con rigor documental, es que el mismo día 9 ďe octubre en que oficialmente se disolvían los Comités, el propio Tarradellas decretaba también que, una vez disueltos éstos, en cada pueblo se debía constituir un nuevo Ayuntamiento formado con representantes de ERC, CNT-FAI, UGT, PSUC, POUM, ACR y UdR.
El objetivo de este decreto, era, básicamente, la adaptación o conversión de los Comités revolucionarios en Consejos Municipales. Así en la mayoría de los pueblos se produjo un importante trasvase hacia los ayuntamientos de elementos que ya formaban parte de los Comités revolucionarios. En definitiva, el control del orden público no dejaba de estar entregado oficialmente a los revolucionarios, sino que, además, era legalizado por segunda vez, y encomendado a los mismos detentadores, a los que se cambiaba su temida denominación de Comités Antifascistas por la aparentemente inocua de Consejos Municipales.
Este fue también el caso de Gerona. El nuevo Ayuntarniento, denominado ahora “Consejo Municipal", constituido el día 21 de octubre, vendrá marcado por la actuación de la mayoría del consejo -CNT-FAI y POUM- continuadora de la obra revolucionaria del anterior Comité, que detentará el poder y controlará el orden público hasta junio de 1.937, tras los sucesos del mes de mayo. De lo sucedido con posterioridad hasta la liberación de la ciudad en 1939 nos anuncia el autor un tercer libro, que esperamos con el mayor interés.
El libro, editado en catalán por Curbet Edicions, puede adquirirse en Barcelona en Librería Balmes, c. Durán y Bas 9.

